Estamos viviendo un momento histórico. En los últimos cien años no había ocurrido algo así. Hemos sentido miedo, rechazo social, muerte y enfermedad, pero también han destacado la abnegación, las curaciones, el apoyo social y esfuerzo investigador. Además, retransmitido por los medios casi en tiempo real, desde todos los puntos del globo, durante muchas horas al día.
Se trata de una enfermedad infecciosa muy extendida, producida por un virus nuevo, fruto de una mutación reciente. Se trata de un virus de comportamiento sorprendente, de difícil diagnóstico, con inmunidad aún en estudio, y sin tratamiento específico ni vacuna (que están en fase de investigación). Algunas personas afectadas desarrollan una enfermedad muy grave, letal o de recuperación dificultosa. Y esto empezó hace poco más de dos meses. Sin duda es un periodo excepcional para nuestra salud pública y nuestro sistema sanitario.
Mirando hacia atrás
A lo largo de nuestra vida hemos compartido otros momentos especiales. Vivimos la difícil transición política, la reconstrucción de una sociedad democrática, la mejora de las condiciones de vida y protección social de las personas (con tanto aún por hacer), la dureza –con terrorismo incluso- de la disensión. Pero también vivimos en esos años la consolidación de un excelente tejido profesional y la modernización del sistema sanitario (creación del Ministerio, transferencias a las comunidades autónomas, Ley General de Sanidad, reforma de la atención primaria, desarrollo de los hospitales modernos, incluso el intento de proteger la dependencia…). Todo ello configura un largo camino.
La Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS) se fraguó y nació en 1987 en ese contexto, a partir de las sociedades profesionales y científicas de ámbito territorial o temático existentes. Pasamos momentos de crisis y desánimo profundos, pero también otros de esperanza y de futuro. Hoy hemos pensado que convenía compartir nuestro punto de vista.
Las personas
La población ha cambiado y mejorado en muchos aspectos. En la crisis actual, la respuesta de las personas ha sido formidable. Sensatez, calma, apoyo a los profesionales y paciencia, han sido la norma.
Y si esto es así en general, lo es más para las personas internadas en las residencias para mayores. En muchos de los centros se han vivido situaciones inenarrables. Con el tiempo, y con más información y perspectiva, podremos analizar a fondo lo que ha sucedido y sus causas. Pero lo que sabemos hoy es terrible y conviene decirlo con claridad. A la vez que hay que agradecer a las personas cuidadoras de estos centros, que han pilotado el barco lo mejor que han podido.
Las profesiones sanitarias
Profesionales de la medicina, enfermería, auxiliares y personal de apoyo, han sacado lo mejor de sí mismos.
Los profesionales de la atención primaria de salud, no recuperada aún de recortes substanciales en todo el territorio, han estado ahí discretos y eficientes, parando el primer golpe, lejos de los focos. Su papel ha sido formidable aún sin suficientes equipos de protección, sin apenas medios diagnósticos, conteniendo infectados y enfermos en el domicilio, haciendo seguimiento y cuidando, siempre cuidando.
En los dispositivos de vigilancia epidemiológica de los servicios de salud pública su labor ha sido titánica. Con medios escasos han procurado el seguimiento precoz de la epidemia, proporcionando elementos cuantitativos para dimensionarla, valorar diferencias territoriales, y evaluar las medidas de control adoptadas.
La articulación de nuestro sistema
Nuestro Sistema Nacional de Salud se ha enfrentado a una dura prueba. Y ha respondido con lo mejor de sí mismo. Pero han quedado de manifiesto algunos aspectos que deberían abordarse para mejorar sus capacidades, cuanto antes mejor.
Por un lado, la necesidad de mejorar su financiación, que necesita de un consenso general y sobre las prioridades a desarrollar.
La política y las políticas
Muchos aspectos de nuestra situación política son mejorables. La expresión de las naturales discrepancias es a menudo exagerada y exasperante. En un contexto como el actual, sería deseable que los responsables institucionales se centraran en cómo abordar los problemas más que en destacar sus discrepancias, que a menudo acaban siendo irrisorias y a veces se fundamentan en falsedades. Nuestra situación sanitaria es similar a la de otros países, las dificultades de los gobiernos también, y las propuestas para frenar la transmisión y gestionar la vuelta a la normalidad también son parecidas. La escenificación de las discrepancias aparece con una teatralización ruidosamente innecesaria.
Mirando al futuro
Hay mucha incertidumbre. Nos ha afectado y nos seguirá afectando algo poco conocido, aun no controlado, que produce dolor y muerte, y restringe en forma dramática nuestra vida y nuestra economía.
Rafael Manzanera, Joan R Villalbí, Andreu Segura, Vicente Ortún, Carlos Álvarez-Dardet, Juan Cabasés, M. Dolores (Rula) Fiuza, José Ramón Repullo-Labrador, Beatriz González López-Valcárcel, Lluís Bohigas, Ildefonso Hernández-Aguado, Juan Luis Beltrán, Joan Clos y Josefa Cantero, que han servido en algún momento en la presidencia de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS)
Mayo de 2020
Es importante destacar que este virus a diferencia de otros tienen una carga viral verificada en las muestras orofaringeas en el momento de inicio de los sintomas (2 dias antes)por eso se estima que un 44% de los casos secundários se infectaron durante el período pre-sintomático de los casos indice(fuente: nature medicine https://doi.org/10.1038/s41591-020-0869-5) y solo es una evidencia científica mas de la importancia de reforzar los sistemas de vigilancia epidemiologica en cada zona de salud con criterios consensuados para las investigaciones epidemiológicas que deben ser siempre realizadas, independientemente de si el proceso clínico es o no es único.
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